Como os adelanté, paso a contaros lo que hicimos la semana pasada, entre el 13 y el 19 de junio,
aprovechando los huecos que me dejaron las clases, y así consigo ponerme al día
en esta especie de diario de viaje. Pero empezare un poco antes, el domingo 12 que
estábamos en Puebla, y decidimos visitar el entorno de la ciudad. Concretamente
Cholula, Tonantzintla y Acatepec, tres pueblos que están muy cerca y te
permiten una escapada de un día y disfrutar de unas maravillas, os cuento los
detalles.
Cholula es una ciudad que ha sido engullida por Puebla, se ha
producido un proceso de conurbación entre ambas ciudades que hacen imposible
reconocer los límites de ambas urbes, ya que son prácticamente una. En Cholula
se encuentran los restos de la pirámide más ancha del mundo, de la que sólo se
pueden apreciar unos pequeños restos de la base. Sobre el montículo que existe,
que tiene la forma de lo que debió ser la pirámide, existe una Iglesia desde la
que las visitas del entrono son muy bonitas, merece la pena la dura subida. En
el pueblo esta el antiguo Convento de San Gabriel, en el que existen varias
iglesias y, la ser domingo estaban llenas de gente escuchando la misa y
“viviendo” las iglesias de un modo muy intenso pero a la vez natural. Os muestro una de los puestos que había en la subida a la iglesia en la que te ofrecían comer chapulines fritos (saltamontes), justo lo que tiene la vendedora junto a su antebrazo en cajitas metálicas, que es la medida que utilizan.
Después
de comer en el zócalo nos fuimos a un pueblito cercano, Tonantzintla, en el que
nos habían comentado que existía una pequeña joya escultórica, el templo de
Santa María. Fue realmente conmovedor poder disfrutarlo, sin lugar a dudas una
de las iglesias que más me ha conmovido de todas las que he visitado en toda mi
vida. Además la visita fue especial porque estaba Martín y su hermano que nos hicieron de guías, que aunque se confundían un poco y creo que se inventaban algunos datos, fue muy agradable sus forma de contar la historia.
Creo que me gusto tanto sobre todo por su escala, es chiquita, parecida a los templos
románicos del Norte de España lo que hace que te sientas arropado. También la
decoración contribuye al estar llena de relieves y figuras de estuco que
representan de forma muy colorida santos, demonios, flores, frutas, pájaros (se
mezclan en un mismo templo figuras de la tradición cristiana e indígena). Por
todo ello se le conoce como el lugar de la mayor expresión del barroco indígena.
Desde mi punto de vista es una obra que, como ya he dicho, por su escala (mucho
más humana) y por sus relieves, que sin ser perfectos trasmiten autenticidad,
alegría y vida, te llena de paz y sosiego.
No me dejaron hacer fotos, pero os
muestro una imagen de una de las figuras de la fachada y otra del vestíbulo del
templo, que hice desde el exterior, pero lo realmente emocionante es el
interior. Si os interesa podéis ver en Internet algunas imágenes más, pero creo
que lo que conmueve es estar allí rodeado de todas esas piezas que parece que
te abrazan.
Fijaros
como me habrá gustado la iglesia que este pasado domingo regrese con Dina, que no
había estado y me apunte a acompañarla de nuevo. Después de disfrutar de nuevo
de la visita a Santa María, nos pusimos a andar por el pueblo y descubrimos en
una calle unas decoraciones para acceder a una capilla de la Virgen de los
Remedios, fue un placer cruzar debajo de esos elementos decorativos con tanta
vitalidad y colorido.
Pero
regresemos a la semana pasada, el lunes y martes nos fuimos a Oaxaca, pero esta
vez en un auto que rentamos para disfrutar del entorno de la ciudad, lo que
denominan como los Valles Centrales que esta lleno de pueblos indígenas. La
ciudad de Oaxaca continua tan bonita y casi perfecta como siempre y nos
alojamos en mismo hotel, “Las Azucenas”, donde pude volver a disfrutar, en esta ocasión con Manolo, de un maravilloso café matutino en la terraza, rodeados de plantas y de vistas de las
cubiertas de las casas e iglesias de la ciudad.
Pero para
no repetir lugares os cuento directamente nuestra primera visita de las afueras
de la ciudad, la mañana del 14 de junio, que fue a las ruinas de la antigua
capital zapoteca de Monte Albán, que se ubica en lo alto de una colina,
controlando todo el territorio circundante. Fue ocupada por primera vez en el
año 500 antes de Cristo. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y
fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un
sistema completo de escritura.
Después
nos fuimos dirección el Valle de Tlacolula, buscando el pueblo de Mitla. El día
antes vimos en la guía que recomendaba un lugar cercano a Mitla que se llama
“Hierve el agua”, en el que existen unas piscinas naturales en un entorno
natural privilegiado. Pese a que había que recorrer unas 15 kilómetros por un
camino de tierra nos animamos a ir y mereció la pena. Se trata de unas fuentes
naturales de agua que por su contenido de minerales al caer durante años ha
dado lugar a unas formaciones que se asemejan a unas cascadas heladas. Pero
además de las formaciones destacan dos piscinas en las que nos pegamos un buen baño,
como podéis ver en la foto.
Después
del baño nos acercamos al pueblo de Mitla, en el que existe otro yacimiento
arqueológico con unas edificaciones en las que destacan los mosaicos de piedra,
que son únicos en México. Sobre parte del yacimiento se construyó una iglesia
en la que, como podéis ver tienen una buena reserva de agua bendita. Las iglesias
acá son mucho más humanas y cercanas, ya que representan a los que acuden a
ella, y puedes encontrar cualquier objeto de los que están en la iglesia, en esta
ocasión la bici. También fijaros en el depósito del agua bendita, como veis si no
se dispone de un elemento más decorativo o histórico para depositarla se acude
a lo que se tiene a mano, en este caso el deposito de PVC, que al menos garantiza
unas importantes reservas de ese bien.
Después
de visitar algún pueblo más tomamos el camino de regreso a Puebla. El miércoles
15 por la mañana, como no teníamos que devolver el coche hasta el mediodía,
decidimos acercarnos a Izúcar de Matamoros, un pueblo a unos 70 kilómetros al
sur de Puebla, en el que existen unos cuantos artesanos que se dedican a
elaborar unos maravillosos árboles de la vida. Son piezas de barro policromado
que se realizan desde hace aproximadamente 250 años, de generación en generación,
para utilizarlos esencialmente en actividades religiosas. Yo los descubrí en el
Centro de Artesanía de Puebla donde trabajan mis amigas hispano-pueblanas; Pati
y Dina. Después de muchas dudas, motivadas esencialmente al tamaño, lo frágil
de la pieza y también un poco al precio, no pude contenerme y lo compre el otro
día y ya esta en España, esperándome a que llegue y la desenvuelva para
colocarlo en un lugar especial de mi casa. Es una árbol de ofrenda elaborado
por Alfonso Castillo Orta.
Estuvimos en su taller y en el de Tomas Hernández,
del que os muestro una imagen en la que podemos ver cómo trabajan estas piezas tan especiales y
únicas, pintando un cáliz para alguna iglesia cercana. Aunque fue
complicado encontrar los talleres nos gusto tanto la visita que casi tenemos
que pagar un día más por el coche, ya que llegamos tarde a entregarlo. Pero en
esta ocasión el de la empresa se portó muy bien y fue comprensivo, por lo que
le dejamos una propina de 50 pesos mexicanos.
Al
regresar Manolo a España el viernes 17, ya me quede de nuevo sólo acá en Puebla.
Ya me queda menos de un mes de estancia y ahora es cuando estoy realmente
integrado y empezando a descubrir a los mexicanos. Este fin de semana pasado
decidí quedarme en casa para descansar y disfrutar del departamento, ahora ando
preparando las próximas clases del curso de los miércoles y, entre hueco y
hueco de la preparación de las clases, os he escrito hoy.
prueba error despues de parrafa estoy hasta ..........
ResponderEliminarlo intentare mañana
muchos besitos
Creo que esta es la buena,
ResponderEliminarMe encanta todo lo que explicas del recorrido que estás haciendo por México, la verdad es muy interesante y más como lo relatas.
Se me pusierón los pelos de escarpia con el tema de los saltamontes, me imagido que es una cuestión gastronómica seguramente les pones a ellos un plato de caracoles y te miran de arriba a abajo.
A Manolo le comente lo gracioso de los crios y me conto el desparpajo del "guía" la verdad es que los niños estan super espabilados.
Las iglesias a nivel de foto (con lo cual no tienes una visión global) parecen muy cercanas a la gente del pueblo, da ha entender (si no me equivoco) que está para beneficio de la gente no como aqui que es lo contrario.
Bueno es una pena que no me haya enterado hasta ahora que podía contestarte en fin mas vale tarde que nunca.
Teresa-
Hola juanitooooooo, espero que no comieses chapulines fritos, puaj, bueno en verdad puede ser como dice tere, cuestión de cultura.
ResponderEliminarEstás aprovechando 100% tu estancia eh!??
Que sepas que hay algunas fotos que no se muestran, pero una de ellas ya la he visto en el bloh III de manolo, la competencia, la foto de las piscinas, es una pasada y estar dentro debe ser genial, lo que me cuesta creer es que manolo andase 15km por camino de tierra para llegar hasta allí, él iría en todoterreno o vehículo parecido verdad?? jajaja-
Bueno juan, aprovecho pa felicitarte con retraso, mucho retraso por tu cumple, y con un poquito de adelanto por tu santo, haz una pequeña hoguera mañana con tu gente de allí y les explicas un poquito nuestra tradición en la noche de san juan.
besitos guapo.
lapili
ey!!
ResponderEliminarrectifico con lo de las fotos, ya se me han cargado, están mu chulas.
bss
lapili